22 febrero 2010

LADeF - Capítulo Uno

 Las Aventuras De Fumito

Hoy voy a comenzar a contarles aventuras de este ser entrañable, amigo de los chicos más pulentas: el loco Fumito. Ya hice la presentación unos post más atrás.

No sabemos la edad, pero aseguramos que ya pasó los 30. La leyenda cuenta que Fumito empezó a consumir sustancias desde muy pequeño, época en que le robaba la botella de Ginebra Bols al tío Cleto (famoso tío borracho de esos que hay en fiestas de todas las familias) y suplementaba la mamadera. Cuándo mediaba la infancia y los niños perseguían hormiguitas para comerlas, Fumito se hizo una especie de cigarro (veía a su abuela Adelfa fumar) de hormigas y pasto y lo encendió con ayuda de su amigo Fido: nadie sabe las consecuencias de ese hecho puntual, pero el mismo marcaría las tendencias de nuestro amigo.

Fumito repitió 4 veces primer grado, y se recibió a los 25 años: contento de haber completado la primaria y viendo que el estudio no era lo suyo, decidió dedicarle a la naturaleza sus preciados años de juventud.

Una vuelta se acerca Fumito a la ronda y luego de 3 horas sin pronunciar palabras e inmerso en una estrella con la que parecía tener un entretenido diálogo telepático, se descolgó y después de absorver una bocanada diabólica con destino justito debajo de los pelos, dijo "Quedan todos invitados al cumple de 15 de mi abuela, es en una hora". Con el tiempo, se corrió la bola (ya que con Fumito no había certezas) que una tarde de verano hablando con Adelfa, esta le confesó que no había tenido tal fiesta a sus dulces 15 a causa de la 2da guerra mundial. Fumito lo organizó! El gesto de fumito fue loable, y eso tapó lo demás: tardó 4 años en organizar la fiesta, tiempo que destinó a recolectar las sobras de los MacPatoDonalds y supermercados aledaños para reunir alimento para 200 morfantes, y una vez que decidió hacerla, Adelfa hacía 2 años que estaba mirando crecer las flores desde abajo y el alimento iba desapareciendo a causa de bacterias y otros gérmenes. Pero repito, nada pero nada de eso tapó el gesto amable, bondadoso, complaciente, tencendioso y epilisístico de este ser amado y respetado por las mayorías, burlado por solo algunos.
 

3 comentarios:

  1. Valorable actitud la de Fumito, más allá del (des)tiempo. Soy de esas personas que siempre hacen las cosas, aunque tarde.
    Lo de perseguir y comer hormigas nunca se me ocurrió... hasta ahora.
    Saludos fumones de lunes por la mañana.

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  2. Saludos Fumones. Al que madruga, dios lo garca. Por eso no duermo de noche.

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  3. Tal cual. Como dice Charly, la gente que nunca duerme es más real.
    Fumamos.

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