CF 022

El otro día desde el bondi ví una cancha de paddle que veo desde los 90. Si el dueño de una cancha de paddle o de un video club de barrio que quede en pie funcionando se postula para presidente, yo lo votaría: esos tipos saben pasar una gran crisis. Pero no, siempre subsisten estos inservibles que tiran frijoles y esconden el aceite. ¿Que pensarías si te digo que es posible que la ciudad se mueva hasta llegar a unirnos con Uruguay? Y si, una pelotudez. No sería tal si hay que creer en lo que me dijo una vez un chabón acerca de las ratas -Buenos Aires está SOBRE un colchón de ratas-. Y bue, yo colgado hice el resto: si el vago de la flauta se pone a tocar del otro lado del charco, las ratas van a ir hacia allí y si tenemos suerte y lo hacen lentamente, nos desplazaríamos sin Buquebús! Ahora se preocupan porque el congreso no funciona. ¿Cuándo funcionó? Y fue entonces cuándo me dije, en uno de los tantos diálogos que tengo conmigo: "Disfrutá el viaje". Y en lugar de sufrir el tortuoso desplazamiento en el subte atestado de gente con olor a morcilla y muzzarella, lo disfruté (no el olor, el secreto para que eso pase inadvertido es situarse debajo de los ventiladores del techo). Hay que ser hijo de puta para develar el truco de un mago. Y hay que ser hijo de puta para quitarle la ilusión a un pequeño. De ahí mi trauma. En la escuela, cuándo tendría 8 años, llevaron a un mago y yo quedé sentado cerca de este colega de sindientes. Lo vi al hijo de puta meterse y sacarse en reiteradas ocasiones papeles por la manga. Eso no se hace, sorete de persona, mal mago, mal padre, mal hijo, mal vecino. Tengo un mambo con la finalización de los mails (de si poner "Saludos", "Besos", etc).

Bueno, viendo que esta entrada es media verga, después de releerla y no agregarle un pedo porque la verdad que no entiendo un carajo, me acordé que varios blogs que leo cuentan historias o anécdotas de sus vidas personales. Como me da paja seguir escribiendo, les dejo que el maestro Zambayonny  les haga un retrato de mi y mi relación en mi adolescencia con el encare.