Ni idea.

Claro. El título refleja la intolerancia a tener un laburo extra. A tener que fijarme que título le puse al último y seguir un orden. Esas son las cosas que hacen que me aleje de todo lo que signifique hacer un laburo, mi génesis vaguístico extremus hace que me aleje de todo lo que sea un laburo. Pero se extraña el blog, ojo. Leer los comentarios de ustedes, con uno que lea las pelotudeces que uno pone y las comente, ya es una gratificación inmensa, tan alta como el obelisco o tan larga como esta... esta avenida, como se llama? Rivadavia.

En fin, les resumo el viaje: no me gusta discriminar, y no tengo nada que decir de la paraguaya. Al contrario, me hace vivir momentos exquisitos, en los que un capítulo de los Simpsons puede ser un orgasmo. Pero durante el trascurso de este mes, por diferentes circunstancias, me visitó Flor. Y Flor es Flor. Vos sabés, el estado puro, sin contaminantes que, por desgracia, la paraguaya tiene. Y Flor me hizo colgar más de la cuenta. Y escribo en este momento, en el que ya no está ninguna de las 2, en la que el único narcótico que existe es el correspondiente a horas sin dormir.

Estoy pensando muy seriamente, y apelo a su experiencia, en abrir un twitter. Porque se me ocurren infinidades de cosas para escribir, pelotudeces obviamente, pero que no ocupan un renglón. Entones me digo "ni da pa abrir una entrada para poner esto solo, y ni da pa rellenar con boludeces" que difieren de las pelotudeces por unas pisca. Entonces, una cosa lleva a la otra, y no termino escribiendo un carajo. Nunca puse en práctica la idea del anotador, un día dije "tengo el celular para poner notas!" peeero... sonaba a laburo. La perseverancia no es lo mio.

¿Conclusión? El título de la entrada lo resume.

Saludos blogmigos (que?), gracias nuevamente por leerme. Ya estaré en lo de Marce hablando de mis fans de blogger!